Primero en Noviembre

Falto esculpir el anhelo detrás de las lagrimas que abrazamos esa noche de Junio, esa mueca de la muerte. Si te digo que persistas me crees algo insano. No creas que solo quiero darle vuelta a la herida ni cubrirla si no más bien olvidarla, desatarla de ese espacio guardado que grita desesperado no te apresures. Que mirarte no se da con solo nombrarte. Que besarte no se puede con solo pensarlo. Que tocar tus manos fueron lo mejor que me ha pasado, y ahora tan solo araño ese cofre dorado que lleva mil recuerdos y una piedra, en el caso de que alguien me lo quiera robar. Por si acaso tu sonrisa la llevo en mis bolsillos, no se vaya a caer por ahí y ahí si me encuentro jodido. Como un loco en la puerta de marzo aguardado a ver si me tiran migajas de penas. Si la muerte me lanza los dardos clavados colgados. Si me gana esta vida acaso insegura. Si es que nadie más me quiere en su casa pues me iré navegando entre mis versos, pues me iré naufragando en mil recuerdos… y entre ellos, tu.

Falto precisar ese defecto pequeño que mordió el anzuelo del error, y no tuve valor de zafarlo. Y me costó tan caro que ni secuestrando el mundo y negociar con Dios me saldría barato. Y hace rato que te quiero abrazar besar pero es insuficiente las ganas si tú te irás, si no me dejaras.

Y lo peor es que soy un infarto. Estoy harto de andar puliendo errores. Harto de mancharme de sangre de mis postores. Si hubiera un genocidio la muerte ni por suerte me lleva. Por favor no me den acetona que desentona mi muerte deseada. Mi funeral de noviembre… ese funeral que quise siempre… en tu corazón muerto de amor por ti. Te amo.