domingo, septiembre 27, 2015

Lo he pensado



Llegaste, y pensé que el invierno estaría debajo de lo sueños pequeños. Todo se detuvo en mi mente.
Llegaste, y pensé en esa mirada que tanto tiempo había deseado que la hagas. No es buen tiempo para decirlo, pero

Esta noche espero verte, a cualquier hora no importa el lugar. Ir a dormir recordando todo los besos que inventado y he dejado sobre tu piel.
No seré el héroe que soñabas, que alguna vez pensaste querer... Solo espero pasear contigo por el universo tomar tu mano, regalarte mi alma y que te quedes con él.

Llegaste, y pensé que el mundo se detuvo, un segundo. Que los relojes habían burlado mi salud mental. No es buen tiempo para repetirlo, pero

Esta noche espero besar a la mujer más bonita de la ciudad. Regresar mil veces a verte y esperar que esto nunca vaya a acabar.
No seré quien tenga la fórmula para que todo salga bien... Solo espero abrazarte esta noche, hacerte reír lo que queda de esta historia contigo.

Con mi cabeza vueltas y e intentando abrazar tus labios, hoy es un aniversario para no dejar pasar.

Y esta noche te quiero como todas las noche espero ceñir con un guiño el camino a la luna y encontrarnos y no pensar en separarnos.
No seré el ángel que pensabas que estaría de pie en tu ventana... Solo tengo un lugar secreto en el mundo para escapar sin dejar testigos... Lo he pensando, quiero estar para siempre contigo.

lunes, enero 26, 2015

Olvido psicosomático



Olvidé los viernes de Yield Bar. Olvidé nuestros planes para incendiar el mundo. Olvidé las canciones sobre tu piel. Olvidé tus ojos debajo de la escalera. Olvidé los sueños en un hotel. Olvidé tu desnudez en un espejo, tu ropa en el silencio y tu suave cuerpo mientras amanecía. Olvidé tus besos en un taxi. Olvidé tu locura en un vaso vacío. Olvidé el mundo en un cigarrillo. Olvidé mi juramento en tus labios. Olvidé las esperanzas cuando bailábamos. Olvidé que el universo me avienta una sonrisa de cocaína. Olvidé olvidarte en mis pastillas. Olvidé lo que se siente ser Dios por un segundo.

lunes, diciembre 08, 2014

Rebeldía



Por nadie me levantaría un domingo a las ocho de la mañana.

Nunca haría lo hasta lo imposible para hacer reír a alguien, menos intentar caerle bien a sus amigos. Sacar a bailar a algún familiar o darle consejos de belleza a la mejor amiga de nadie para ganar puntos de nada.

Definitivamente no preferiría quedarme en los bares del centro de Lima con nadie, menos escuchar Daft Punk, Iron Maiden, The Ramones, The Killer o The Strokes en la rockola de Yield Bar. No tomaría más de tres cervezas margarito en el Yacana o bailaría al ritmo de Say Something de James o cualquier de Queen, ABBA o The Doors. Menos, luego de hacer todo eso que no  haría por nadie, iría a Planetario Bar para ver el iluminadísimo parque San Martín, y entre chelas o piscos, abrazar a nadie y decirle "La oscuridad es un pretexto de la noche para dos ebrios que se besan en las gradas del teatro Colón".

No estaría enamorado de nadie por más de 10 años.

Ninguna de mis exs enamoradas me preguntaron si estaba enamorado de nadie. Nunca me he parado al espejo jodido, cagado, estúpido y jodido otra vez por nadie. Nunca he tenido un detallado plan para decirle a nadie que me gusta, y nunca lo he llevado a cabo.

Nunca he sentido las ganas de besar a nadie cada vez que la veo, abrazarla, tomarla de la mano y hacerle el amor una o dos veces al día. Me gusta que nadie sea loca, desquiciada, luche por lo que más quiere y tenga clara hacia donde va. Y así se equivoque, tenga los cojones para levantarse una vez más.

Por nadie pasaría toda la tarde bajo el sol, menos haría una fiesta para dos. Por nadie prepararía el mejor platillo de la humanidad, y menos celebrar año nuevo sin llegar a diciembre. Nunca hubiera conocido a When in Rome, Cage the Elephant, Feed me o a Paruv Stelar. Por nadie estoy a punto de enloquecer. Por nadie miro como quien mira, o paseo como quien pasea.

Por nadie nada, nunca y jamás... excepto por ella.

domingo, noviembre 16, 2014

Canela y clavo de olor



Sé que te acostaste con mi hermano, cuando cumplimos un año de enamorados. Pero me hago el huevón para que te quedes a mi lado. Para poder escribir en un blog que nadie, y decir en cada texto que es la última línea que te escribo. Que es la última vez que jalo coca en la espalda de alguna prostituta de El Carrusel. La semana pasada llegó una Boricua que, por veinte soles más, se llama igual que tú.

Te mentí cuando me preguntaste si recuerdo cuando nos conocimos. Hasta me acuerdo que fue jueves por la tarde y usabas un polo viejo de Mickey Mouse. Así de simple, nunca te arreglaste cuando éramos amigos o cuando empezamos a salir. No necesitabas, tenías la sonrisa más mágica desde que dejé de tomar dos Risperidona, una Olanzapina, un Tremaril y Dumirox o Valium, a veces. Todas cada doce horas. Mamá decía que eran para verme más guapo, mientras intentaba sonreír.

Y aquí vamos de nuevo. Hace media hora estabas en mi habitación y ahora estás en mi sofá leyendo poesía de Pedro Rocha, cubierta solo con un sucio y viejo polo mío. Me encanta que uses mi ropa, porque siempre lo dejas oliendo a canela y a clavo de olor, como ese perfume que te compraste cuando fuimos juntos a Montevideo, a visitar a mi hermano.

martes, noviembre 04, 2014

Dos botellas de Jager

Estoy condenado a amar a una mujer que no me ama, y que me llevó a la cama como quien lleva marihuana a la casa de su abuela. Estoy en ese trance de no aceptar que algunos sueños no pueden hacerse realidad, y que el amor es como una puta que encuentras en cada esquina de la ciudad.

Estoy entre el frío de noviembre y el frío de sus abrazos. Entre su mirada de loca cuando llega al orgasmo. Estoy en medio de una balacera entre sus recuerdos y dos botellas de Jager en el suelo, junto a su ropa. Esta es la última línea que le escribo, y la última línea de coca que aspiro en su ombligo.