sábado, junio 12, 2010

Donde quiera que vea


¿Tendría sentido si mañana nos volvemos a ver?

Antes quería retroceder el tiempo como diera lugar. Ahora solo pienso en que hubiera pasado si nos hubiéramos dado una oportunidad. Si nunca le hubiéramos dado pausa al futuro. Y se me sale la frase más estúpida del mundo: era tan solo un niño aventado a un mundo de adultos. Pero ¿tendría sentido si mañana nos sentaremos a conversar? El mañana tendría sentido, pero ¿nosotros? Un gato mira a la luna y tal vez tenga la respuesta más acertada. Nos queda mirarnos. Nos queda conocernos. Nos queda pretender que nunca nos conocimos y empezar, si es posible, de menos uno.

Palabras. Si mis palabras dictaran el futuro sería algo incierto. ¿Recuerdas que siempre fui aburrido? Las bromas que contaba te daban risa porque nadie se reía. Y tus ojos orientales me miraban y eras tan china que ni cuenta me daba.

Recuerdo cada momento. Todo. Incluso hasta lo que no me contabas y lo adivinaba. Tu cuarto lleno de libros. Esa campanita que sonaba cerca de la puerta. Tu color favorito e incluso tu locura favorita. ¿Cómo olvidar a quien amé y parece que ni el mejor de los amores podría borrarlo? Es tan difícil aprender a vivir con respuestas fáciles. Es tan fácil recordar que tenemos presencias que nunca se olvidaran. Y aunque suene trillado te extraño. Y aunque suene cursi te quiero aquí. Y aunque suene gastado creo que aún te amo.

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