Tu mirada. Tu tacto. Tu epidemia.
Tu roce con la acera pragmática
Y tu voz nadando en un mar de vuelcos apagados
En un hemisferio azul sin masa cuántica
En un verso polígrafo
Tu caminar. Tu risa. Tu sonrisa.
Ese gesto que ondulas en el aire
En tu paseo subterráneo de las marmotas
Que huyen cuando el silencio se apaga
Y arañan con su voz, las mas afinadas cigarras
Tu sensibilidad. Tu aire intelectual. Tu verso.
O el poeta que muere por un beso
Para que construya una luna de concreto
Y habite su estigma con el sinónimo de libertad
Porque contigo era menos gris el cielo
Tu luz. Tu calor. Tus pasos infinitos.
O el arpegio detrás de tu rubor
Una sinfonía mediática
Sin sentido para el universo
Excepto para mi.
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