En la bahia ausence de sus fauces
Elogia un arpegio sacudido de la neblina atávica
En ese rugir carmesí se envuelve mi relato inflamable
Y en la acera se despegan las letras después de una vulgar huida
Una arremesida contra la vida
Un escape de mi solo de cuentos
Y tu, esa sonata que hierve pérfida
En ese incierto numero de ventanas en el firmamento
Ese collar que ya no cuelga mas en mis versos
Ese mundo pequenio de ladrillos y suenios
Estalla desde su vientre, con arena calcinante
Un dibujo estatico y un herida frenetica
Y soy clandestino del mundo
Un indocumentado del universo
Un verso que se cierne sobre las enredaderas
Y espera la muerte como espera navidad
Como un perro que busca en su bolsillo su ultimo ladrido
Que suena como una sinfonia avernal
Registrame como un estafador monse
Que no supo la coartada perfecta para vender la humanidad
A los residentes que acribillan su propio estigma
En el sumidero de tus ojos
Dime tu, que hay detrás de la sombra que se derrite con el tiempo
Que hay entre cada segundo, cuando te veo
Como se le llama a ese vuelo cuando me tomas de la mano
O como puedo detener tu sonrisa y pegarla en un papel
Siempre fuiste la reina inclemente
Que no supo andar entre escribanos
Y ahora te vuelvo a inventar
Otra canción sin diafragma elíptico
En su senda hipnotica
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