Y desaparecer… y saber que aún estás aquí.
Tus manos fueron los naipes que arruinaron su voz.
¿Opacaron su voz? -preguntas-
No mi amor, solo la pusieron cuesta arriba de su piel.
Quiero que me hables para poderme ir. No te responderé, te dejaré con tu LuckyStrike de compañia.
Espero que te hable tan bien de política como yo.
La noche que se deslizó, dejó las ventanas cerrada
Y una puerta de salida a medio abrir.
¿Para quién? -preguntas-
Te miro:
o.O
¿A cómo... no sabes?
No -dices-
Que pena... y yo que casi me convierto en el chismoso de la universidad.
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