jueves, abril 29, 2010

La noche que se deslizó por tu ventana y cayó ahogándose un grito


Y desaparecer… y saber que aún estás aquí.
Tus manos fueron los naipes que arruinaron su voz.
¿Opacaron su voz? -preguntas-
No mi amor, solo la pusieron cuesta arriba de su piel.
Quiero que me hables para poderme ir. No te responderé, te dejaré con tu LuckyStrike de compañia.
Espero que te hable tan bien de política como yo.

La noche que se deslizó, dejó las ventanas cerrada
Y una puerta de salida a medio abrir.
¿Para quién? -preguntas-
Te miro:

o.O

¿A cómo... no sabes?
No -dices-
Que pena... y yo que casi me convierto en el chismoso de la universidad.

martes, abril 27, 2010

Certeza


Me pregunto si alguna vez Dios y La Muerte se sentaron en algún lugar para tomar lonche y debatieron cómo y cuándo moriré. Si es así, ya sé que pasó con el agua hervida y el pan de esta tarde.

sábado, abril 24, 2010

Awww! Jennifer is raining!

Eres algo así como la lluvia, mi querida Jennifer
A veces no estás…
Pero cuando me llamas para jugar,
Me gusta correr y volar contigo en ti
Porque siento que me abrazas desde el firmamento

viernes, abril 23, 2010

Diez segundos con mamá

Las horas pasan e intentan aterrizar en mi piel.
Hago un leve movimiento, y se asustan.
Aterrizan en las paredes.
Mi mamá los mira espantada y corre a traer el matamoscas.
Piensa: me pueden hacer daño.
Un segundo después, las horas ensangrentadas en la pared.
Y luego pienso si tienen familia.
Dos segundos después, mi mamá una homicida.
Luego pienso si merece castigo.
Tres segundos después, mi mamá es una fugitiva.
Luego entra a mi cuarto porque suena el teléfono.
Cuatro segundos después, le doy asilo político.
Luego ve más horas en la pared y las mata sin piedad.
Cinco segundos después, mi mamá una serial killer.
Luego vienen más horas por la ventana y se dirigen a mi mamá.
Seis segundos después, mamá es rodeada.
Luego vengo yo con el horicida.
Siete segundos después, soy un superhéroe.
Ocho segundos después, ella me abraza.
Nueve segundos después, ella llora.
Diez segundos después, mamá me pide ayudarla.
En su inmensa bondad
Quiere hacer el funeral de las horas caídas en el suelo.

miércoles, abril 21, 2010

Ana no solo besa bien


Lima tiene un extraño sabor a madrugada, cuando los gatos salen por su ronda nocturna lamiendo la luna. Aparecer y desaparecer se convierte en una paradoja desequilibrante, no tanto como el delirio de tus lágrimas. Hoy me desperté con ganas de ser un streaker de tu vida. Con ganas de correr con el alma desnuda y saltar libremente en la acera de la nostalgia, enseñando al universo todo lo que soy y lo que no cambiaría por nada. Eres la única a la que busco para poder masturbarme tranquilo, así… una noche donde los grillos corean la soledad y el viento acaricia suavemente su lírica.

Yo que soy tan nada y tú, todo. Tan nada como la nada en su interior y todo lo que quiero que estés ahí. Tú tan lejos y tan cerca, tan lejos de la paz y tan cerca de la locura atormentada. Esa boca que fácilmente besa otras bocas, si supieran donde ha estado. Estoy enfermo y creo que la gripe me hace ver más sexy. Estoy enfermo, y sé que mañana amanecerás enferma tu también.

viernes, abril 16, 2010

Sometimes you, sometimes me


A veces me descubro cuando ya todo está perdido.
A veces me reparo antes del daño, para caer más seguro.
A veces soy yo o a veces nadie.
A veces te saco del cofre del descuido.
A veces respondo cuando nadie me pregunta.
A veces imagino tu voz diciéndome:
A veces te recuerdo y
A veces te olvido.

¿Qué es lo que veo?


Veo… y que feo se siente la maldita soledad esperándome en la cama, otra vez. Veo, y ya no te veo. Qué raro. Que no hay miedo que supere asomarme a la ventana de la verdad para ver si aún estás. Si aún me quieres ver. Si con tu mirar me diste un hasta la vista, espero no volver a verte. Y no vi más, o al menos eso pretendí esta vez. Si a veces mi egoísmo obstaculiza mi última vista… ¿estarás por la tarde para ponerme en vereda? ¿O dejarás que los buitres de la muerte me vean desnudo corriendo detrás de la verdad? Tratando de cazar al vuelo unos versos. Y entre ellos volando te vi. Te veo… y que feo se siente que no me veas de la misma forma.

Veo, te veo. Qué más da si ayer te vi, y si mañana no me volverás a ver de la misma forma que ayer. Los días no se hicieron para verlos pasar, pero sin ti pasan por delante de mí… y no te veo. Ya ni me reflejo. Veo tus recuerdos en vasos vacios de alcohol, naufragando tú en cada sorbo vacio sin restricción. Y no veo más que mi infierno en esa sombra que se va, pensando que eres tú la que no me ves, y en vez de eso me gane tu huida. Solo vi eso. Solo vi mi muerte en los ojos de mi amada. Espero que mañana veas cuanto te he visto y lo poco que te volveré a ver. Veo… y espero no volver a ver. Veo... y vi que te volví a perder.

jueves, abril 15, 2010

Casi te digo que te extraño


Ayer te vi y sin conocerte lo suficiente, hoy te extraño extraña. Pero ¿Cuánto es suficiente? ¿Acaso habrá algún matemático capaz de cuantificar la extrañeza de la nostalgia? ¿O un Dios que mientras toque su lira y lanze inciertamente unos dardos, plasme en dos personas un “te extraño” que nunca salga de su boca más que lo griten sus lágrimas? Y aún asi… sin conocerte… te extraño, que extraño. Y sigo pensando que regresaras…

Cuando te veo latear por los pasillos me da flojera ir hacia ti. Cuando te escucho cada palabra me da no sé qué, pero a veces pienso en otras cosas. Cuando ríes no me gusta reír contigo.

Por eso cuando te veo… no sé, quiero correr hacia ti pero tus palabras me hacen pensar en con que toque mágico trazar una sonrisa para que cuando rías puedas detener mi mundo y ponerlo al revés. Tienes esa gracia de atar mis manos a mis pies y darme de comer locura. Si tan solo me pudieras observar que cuando te escribo lo tipeo con los ojos cerrados alucinando que mi teclado es un piano y maquino una canción para ti, mi insana inmortal, mi princesa real que escapó de un cuento para naufragar en estas líneas. Si sabes que me gustas qué más da, si mi destino te hizo aterrizar en mi lado moral. Pues quédate y si algún día te vas, pues mando a la mierda todo y me iré contigo.

Ayer te vi, y hoy es hoy y se acabó y no te vi lo suficiente. Te extraño extraña, pero dejaré de decir eso porque me di cuenta que aún para ti soy un extraño… y hoy casi te digo que te extraño...

martes, abril 13, 2010

Cursi suicida #15


Me cuesta trabajo llevarme a ti. Me falta valor para decirte algo, si te veo y de casualidad te toco no pienses que no estoy. Te siento aquí, a pesar que te vi ayer con ese extraño que solo quiere explorar en tu miel. Y te veo conversando con él. Si sabes que te quiero y no quiero tu adiós. Solo quiero abrazarte… y burlarnos de Dios, de su creación, creando nuestro universo en un verso sencillo que pose en tu piel. Y sentir que es de dos esta eterna pasión, ese capítulo en mi vida que nunca se cerró. Y no quiero escuchar cuando me hablas de el, pero es eso o no tenerte cerca de mi.

jueves, abril 08, 2010

No te vayas


Dime tú, cuantas veces tendré que escapar de mi tacto mi sombra y mi voz… quédate, en este abismo que cuela mi razón. Te suplico no vengas para decir que te vas… si no estás mejor no vengas más. Si una vez lloraste mejor olvídalo. Hoy es hoy y nunca es más. Te quiero Ana Paz. Si mañana te dejo de besar, pasado te haré el amor. Y te amaré así no quieras tu, te tendré rodeaba de canciones, te tendré atada de ilusiones si no te vas… Ana Paz… a la mierda manda tus dolores, a la mierda manda tus aprehensiones, y quédate un rato más. Di que no, que nunca te irás, deja de llorar en mi pecho si no tienes razones. Si en el pasado fueron sus equivocaciones. Toma mi mano y registra un beso, besa mis labios y muérdelos. Serás la dueña de mis noches, serás mi sueño en tus enormes pechos. Quédate… no te irás, dímelo… Ana Paz…

Y que se joda el universo entero si eres tú lo que yo más quiero… si eres ese cuento que nunca ha de acabar… si eres esa canción que nunca cantaré o esa rima que nunca inventé, que nos miren todos de la mano si hay amor a quien le importa más que a los dos. Sé que no te irás… Ana Paz.

miércoles, abril 07, 2010

La maldita soledad


Lo peor de mi es que yo vivo en esta mierda. Pero más exactamente, lo peor de mi es que vivir en esta mierda hace daño a las personas que más quiero. Pero aún más exactamente, lo peor de vivir en esta mierda que es mi mierda y aparte de herir a las personas que siempre querré es que las moralejas nunca hacen retroceder el reloj para reparar los daños. Pero aún más pero más exactamente, lo peor de ser una mierda como yo y de crear tensión entre las personas que nunca pensé que saldrían perjudicadas y de saber la estúpida moraleja que de nada sirve si el daño está hecho y no hay marcha atrás es romper las confianzas que depositaron esos chicos que fueron tan buenos conmigo pero tan mal me porté, tan idiotamente me permití contar un secreto destrozando nuestra amistad y sus extensiones. Pero todavía más pero más exactamente, la mierda que soy hace daño a las personas que me quieren y crea rencor con los amigos que perdí por aprender una sarta de lecciones que no reparará la herida ni coserá la confianza que rajé narrando un secreto de manera tal que suene pecaminoso inventando una serie de babosadas que les hizo mal a los dueños de ese amor disimulado alejándolos de mi, sin querer, sin tener la intención pero como hacer entender eso si las flechas apuntan a mí. Te quiero amigo, chico de las frases. ¿Suena acaso muy gay decir te quiero a un amigo que pasó muchas cosas juntos? No creo. Te extraño chica que a todo le decía “del mal”, nunca quise que llores ni que te acabes todos tus cigarros por mi culpa, a veces soy tan estúpido. Los actos más idiotas cuestan amistades, esta vez me costó las de ustedes. Pasaran tal vez años para volver a reírnos juntos, espero que el tiempo alguna vez se ponga de mi lado y me haga dormir hasta ese día. Y si alguna vez logran disculparme, espero que sea una noche de invierno viéndolos a los dos y abrazarlos, y no pensar en separarnos. Porque la soledad... es cuando un amigo no está... ahora imaginate dos.

domingo, abril 04, 2010

Metrofobia... o miedo a la poesia


En ese roto regazo nemoroso de mis canciones insanas aguarda tu voz divorciada y nubifera. En el patio pequeño y aligero de mis sentidos apáticos, tu sonrisa lacera mi cuitada existencia azul, abismando mis palabras tartáreas y artríticas en ese arañado arpegio silente por mi sosegada razón crinada.

El fango de la locura cose una mirada astrífera hacia el algente camino de los aniquilados y anarquistas, de los que una vez mintieron a los gatos aterciopelados hilvanando una belígera atmosfera granate y olvidadiza, en su conjuro manchado de noctívagas bondades.

Soy el timador de la luna lucífuga que sale por tu ventana en busca de la esquina donde barriste nuestros besos omnívagos, penígeros e inverecundos. Imagina esos obsequios lústricos mecidos en la herida sáxea que el tiempo silente destruyó. Tu mirada me arrastraba por toda mi habitación y yo gritando ¿aún sigues aquí soledad? Y recuerdo que mi metrofobia se pierde entre tus labios pierios.