Ya sé que lo sabes

Ana Paz no tiene sexo, o lo que es mejor tiene los dos. Solo empaca un corazón puro y una lengua traviesa para tocar mi puerta. Para secuestrarnos en cualquier rincón de mí casa y hacer el amor como si recién nos hubiéramos conocido. O como dos conocidos que intentan desconocerse.

¿Quién es mi Diosa Coronada? Y tu sonrisa cada once por la tarde (de vez en cuando con lluvia sobre Artilugia) me decía que contaba las horas, los minutos & los segundos para irme. Y te beso, y te olvidas del universo aunque lo tengas en tus pechos que dinamita mis versos anti vegetarianos. Los miércoles me regalabas una semana más de poesía, y me volvías un heterodoxo poeta del arte perdido.

Te amo, pero no me creas del todo. O mejor aún, créeme pero no me lo digas. Y hazme sentir con tus labios, a los que puedo morder, que lo sabes. Que lo sabes de a pocos. Que lo sabes y no planeas decírmelo. Que lo sabes y cierras los ojos para besar. Que lo sabes pero prefieres no saberlo. Que lo sabes y te cuesta. Que lo sabes y te excita. Que lo sabes mientras me dices que no. Que lo sabes y qué más da. Que ya sé lo sospechabas desde un principio. Que ya sé que sabes que siempre estaré a tu lado. Y ya sé que lo sabes. Ya sabes que lo sé.