Ataque de asma

Ese insensato estribillo que rodea los sueños

No se molesta en escribir tu sonrisa desafortunada

Los aniquilados pasos de sus dueños

Se mutilan entre vestigios una gresca alterada

Nadie notó el universo que se derrama en abril

El tentempié extraño safó huyendo del temblor

Acabaremos en el insano etéreo pero cloaca

De tres fémoras independientes de su color

Tengo extraña tecnología cuando quieras volar

No se trata de inviernos, ni de recuerdos

Ni situaciones etéreas con locos de atar

Solo una canción que desgobierna en el acuerdo

Y eso que te vi con mis huesos, corriendo en el patio de los inhibidos

Le pregunte al cuidador ¿por dónde he de ir? ¿Cuál es el camino?

Solo dijo, Sigue al sabueso de los sueños prohibidos

Me gustaría abrazarte como escuadra al aterrizaje

Disfrutar en tu regazo un ataque de asma

Que sonreír se vuelva una costumbre dopaje

Y conocerte en tu vientre una luna fantasma

Cansarme de complicar los aromas

Me fui a reclutar historias dobladas en Neptuno

No vi tu piel bajo el cielo de neuromas

Solo una religión de los gatos veintiuno

Fui yo quien se acostó en el desorden de las estrellas despavoridas

Quien preguntó otra vez al cuidador por salida

Solo recuerdo que una vez te vi, y te conocí.

Tráfico etéreo

A veces te dibujo en el cielo, te extraño en el invernal sueño de un neuroma cántrico

Te encontraba en las esquinas de canciones, bajo el blues status mind

En calles de garganta fruncida por un hiperbático complejo insipiente

Entre las noches nombradas de incestos caballeros durmientes

No sé el universo si se detuvo un segundo para recordar

Como seguía atropellando las ilusiones de los decapitados

Ahogándolas en el desesperado réquiem de una señora alucinada

Cuando el sueño se quedó apagado; y la luz, dormida.

Yo seguí reciclando continentes, en una bolsa de fragmeno

Conociendo presbíteros maestros y odiando el silencio

Recuerdo que tú estabas calcinando mi equipaje,

Yo te quería, como quiere la enfermedad a la agonía.

Una vez preguntaste, ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde te conocí?

La historia es tan larga, pequeña, como esta inquietud.

Y quisiera seguir escribiendo las veces que no supe surcar el mundo

Esas locuras del tráfico etéreo en Júpiter como quien va al sonido

Casi nadie cerró la puerta luego de salir del océano

La plaza se cerró en Toronto, como los viejos tiempos, escuchando blues desconocido.

Azucena

Sospecho que tus ojos, ya no registran melancolía
Que tu invierno encontró un abrazo, que no es mio
Que las tardes, detrás del acantilado, comenzaron a escapar.

Me enseñaste sobre los átomos y te quiero,
Quisiera definir esta mierda que siento, no puedo
Solo encuentro excusas dentro, Quisiera regresar el tiempo
Putamadre, quisiera volver a ese día que se fue todo a la mierda
En que era feliz y no lo sabía

No quiero enloquecer, otra vez. No quiero más medicamentos
No quiero fantasmas. ¡Váyanse a la mierda todos!

A veces estás en mis sueños, o en mis alucinaciones
Ahora estás aquí, y aunque el espejo no te refleje
Es genial escuchar como tu sonrisa hace eco en la habitación

Aunque fueras diferente físicamente,
Aunque hubieras sido rubia, oceánica, o si hubieras nacido en Timbuktú
Si fueras.. así sea una piedra, un gato o un árbol...
Si fueras, no importa una flor de azucena
Cualquier aspecto que hayas tomado en este planeta
Te amaría con la misma intensidad
Como estoy enloqueciendo.

Sumiko

Son casi las cuatro de la mañana, debes estar durmiendo. No tienes forma de saber que estoy desde la medianoche tratando de escribir y no puedo. Debe ser que hace mucho que no redacto, o que ya tomé mucho café y las palabras simplemente se me pierden. Quiero impresionarte con palabras extrañas, versos abstractos. Inventarte en una metáfora con la luna, compararte con el universo, trazar los recuerdos encerrados en un ambiente ausente. Debe ser que me aterra las hojas en blanco, como me aterra verte otra vez. No sé que decir después de "Hola, ¿Demoré mucho? Es que había mucho tráfico en la panamericana, pero ya estoy aquí ¿Vamos?". Tu, seguramente, estarás vestida de manera sobria. Fácil una casaca beige, un blue jean, y agarrada fuertemente de tu cartera de cuero porque hace mucho frío en Lima. Yo aún tengo mi casaca de cuero arrugada y con huecos, el polo mas gay que encontré en Ripley y un pantalón pegadito porque es el único que tengo (que cuido que no se ensucie mucho porque sino hubiera ido en shorts). Debe ser que soy muy desordenado. ¿Sabes? Podría quedarme toda la noche escuchándote hablar sobre lo que te pasó en el día, los trámites que te faltan hacer, el trabajo al que quieres entrar, tu familia, tus amigos, tus proyectos, tus decisiones... Verte en la oscuridad del taxi, tan solo iluminada por la luz amarilla de los faroles de la calle que tímidamente se asoman por las ventanas... Verte sonreír en el bar por alguna tontería que se me ocurrió o porque ya habíamos tomado unas cervezas... El tiempo se hace lento y el ruido urbano deja de existir unos momentos cuando te tienes que ir. Yo que quería escribir una poesía o algo así, debe ser que eres esa poesía que nunca escribí hecha mujer.

Poesía para una paloma

De vez en cuando las estrellas de los desahuciados
conversa sobre parapléjicos aromas pendientes
bajo el cielo estrellado de cursis suicidas
entre el réquiem asolapado de dulces paulistas

Yo nunca fui tu héroe ni rebelde en tu ideología
solo escribía tonterías vespertinas.. tonterías para que sonrías
aunque te camuflaste en un verso que escribió un gato fulero
yo te vi en el mes de abril, conversando con los incorruptibles
asinando a los abogados, pateando vertederos
bailando en las plazas sobre el cerebro de los genocidas

Construiste un castillo de naipes en el cielo, un blues en Montevideo
leíste el genoma de una sesión acústica de procrastinación intergaláctica
dejaste sobre la escalera la tarde.. los sueños.. y saliste a vivir.

Cursi suicida #89

Se supone que la noche es la mercancía de los involucrados, pero son tus ojos las monedas de un pequeño espantapájaros. La mañana ronronea debajo de un eclipse acústico, y aplasta sílabas iluminadas de prisión. No hay solución que ate este desierto en tus trazos, y sus guiños son ventanas retardadas en forma de canción.

Y yo que pensaba que la soledad nunca me dejaría, que podía leer el genoma de los desamparados y atar azares a la pata de una melodía urbana.

Te amé a cada rato, te protegía de los cernícalos ufános y proyectiles náuticos. Los ríos hiperbólicos y la metafísica sedienta de ese blues apopléjico, de esas tardes bajo la hoguera onírica.

Cursi Suicida #33

La mañana, con pasos ausentes se asoma por la membrana reticular de los sueños parapléjicos.. desde la perspectiva de los lisiados, sus sueños son preguntas que arañan los astros debajo de tu almohada, pequeña adicta a los juicios temporales.. me gustan tus ojos experimentales..

Como carajos te explico...

Pequeña nosomántica de invierno
pequeño átomo de locura en el firmamento
pequeña idea estratosférica que merodea.. que vuela..
como carajos te explico que el universo es sencillo y complicado
que las noches no son noches si no es a tu lado
y tus manos fueron el pretexto del sueño de los involucrados

El tiempo es eterno, sabes, y a la vez es terrorista
me encanta pensar que me piensas, y soñar que me sueñas
me encanta besarte cuando tú no estás

Y de repente, apareces... y le sacas la mierda a mi razón
a pesar de estar seguro de estas líneas, no te aseguro el punto final
sal de mis pensamientos y siéntate a mi lado
bailemos otra vez, sin importar lo que digan
vamos a las plazas y cantemos, vivamos la vida
no importa si no sabemos bailar o cantar
si no le gusta a la gente.. que se jodan
solo hay un momento para ser feliz y es ahora
como carajos te explico que será divertido
pequeña arquitecta de emociones
pequeño lunar de luz en la avenida
pequeña poesía oriental.. inmortal.