A veces te dibujo en el cielo, te extraño en el invernal
sueño de un neuroma cántrico
Te encontraba en las esquinas de canciones, bajo el blues
status mind
En calles de garganta fruncida por un hiperbático
complejo insipiente
Entre las noches nombradas de incestos caballeros durmientes
No sé el universo si se detuvo un segundo para recordar
Como seguía atropellando las ilusiones de los decapitados
Ahogándolas en el desesperado réquiem de una señora
alucinada
Cuando el sueño se quedó apagado; y la luz, dormida.
Yo seguí reciclando continentes, en una bolsa de fragmeno
Conociendo presbíteros maestros y odiando el silencio
Recuerdo que tú estabas calcinando mi equipaje,
Yo te quería, como quiere la enfermedad a la agonía.
Una vez preguntaste, ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde te conocí?
La historia es tan larga, pequeña, como esta inquietud.
Y quisiera seguir escribiendo las veces que no supe
surcar el mundo
Esas locuras del tráfico etéreo en Júpiter como quien va
al sonido
Casi nadie cerró la puerta luego de salir del océano
La plaza se cerró en Toronto, como los viejos tiempos,
escuchando blues desconocido.
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