Locura con poca asesoria

Predecir o morir
Mi muerte acústica
En ese epitafio insalubre
En ese sueño del alucinado
En ese corte que nace como consecuencia
De esa luz derramada por una tarde
En el infinito
Cuando el sol se esconde debajo del océano
Le persigo con mi vista
Y me gana
Corro y tropiezo con la lluvia
Y caigo en esa sabana de azul firme
No sé si es el mar
O el cielo de cabeza
Y siento que vuelo entre los brazos de Dios
Me titiretea hacia una nube de 4 paredes blancas
Me pone una camisa
Para estar elegante
Y ser protagonista
Del último día que perdí la cordura
Esa locura, que hoy la meces en tu regazo.

Psico amor

Puede que tu ausencia lo consuele con soledad, pero no es igual. Nada es más fácil que soñar que tú estás. Todo es extraño cuando amas a un mitad-extraño y solo conoces su rostro instalado en el computador o en retrovisor. La distancia era un café al que solo le echábamos más azúcar pensando que sabría bien, que las cosas con el tiempo estarían dispuestas a ceder. Hoy te digo que te amo y te amé, aunque solo una vez te miré. Ahora me siento como un niño asustado pensando que debajo de mi cama está la cordura, y entre mis sábanas tu sombra que nunca existió. El escribirte no hará que estés aquí, el llamarte no hará que te vuelva a besar y el cerrar los ojos y recordar no hará que te vuelva a abrazar.

¿Dónde estás? Ni siquiera lo podemos responder con seguridad. Y en este mundo, que nadie se equivoca, estoy yo para dar cátedra. Si te digo que te amo, es cierto, pero de qué sirve si amarte parece durar lo que dura tu saldo en el celular. La calle mojada nunca más será igual. Tus besos no los volveré a encontrar en la escalera. Y tú Te Amo, por un Te Quiero no me sabrá igual. Y aún así, te amo y te beso en la soledad.

Cursi suicida #9

Tu mirada algo perdida puede brillar en la oscuridad de mi vida de papel, algo frágil lo sé, pero lo puedo arriesgar si es por ti mi cristal. O por tus manos que me alzan vuelo, que no es como ayer, donde me vi caer… y caer… y caer… y caer…

Y me despierto en medio de tus labios de gasolina. Apostaría mi vida a que estoy en medio de una balacera entre tú y tus recuerdos, no te preocupes amor que estoy de tu lado.

Y tomas de mi mano herida cuando yo toqué el pecado ¿lo ves? Pero eres una diosa que me sanará mi vida de papel, a tu corazón herido por un ruin señor que prometió darte todo menos color…

Y estamos algo extasiados en el infinito…

Y me despierto en medio de tu voz, gritándole algo a Dios…

Que no me dejes nunca, te extraño pudor.

Paz

Accidentalmente el firmamento arrinconaba a la luna para besarla. El tiempo sana tu herida y casualmente yo ya era tu sala de espera. Tu signo de interrogación se transformaba en nada y tu boca de nuevo la probé.

A propósito tus versos me dijeron que poco a poco te iba enloqueciendo haciéndote reír que por cierto es lo mejor que sé hacer, y ocasionalmente despertaba pensando en ti.

La otra noche que conversamos nos abrazamos gritando te quiero demasiado pausando el silencio y por ratos el tiempo y sin querer queriendo ya te estaba besando.

Te amo, pero no me creas del todo.
Todavía.

Paz,

Alvarock Jointz

Ya sé que lo sabes

Ana Paz no tiene sexo, o lo que es mejor tiene los dos. Solo empaca un corazón puro y una lengua traviesa para tocar mi puerta. Para secuestrarnos en cualquier rincón de mí casa y hacer el amor como si recién nos hubiéramos conocido. O como dos conocidos que intentan desconocerse.

¿Quién es mi Diosa Coronada? Y tu sonrisa cada once por la tarde (de vez en cuando con lluvia sobre Artilugia) me decía que contaba las horas, los minutos & los segundos para irme. Y te beso, y te olvidas del universo aunque lo tengas en tus pechos que dinamita mis versos anti vegetarianos. Los miércoles me regalabas una semana más de poesía, y me volvías un heterodoxo poeta del arte perdido.

Te amo, pero no me creas del todo. O mejor aún, créeme pero no me lo digas. Y hazme sentir con tus labios, a los que puedo morder, que lo sabes. Que lo sabes de a pocos. Que lo sabes y no planeas decírmelo. Que lo sabes y cierras los ojos para besar. Que lo sabes pero prefieres no saberlo. Que lo sabes y te cuesta. Que lo sabes y te excita. Que lo sabes mientras me dices que no. Que lo sabes y qué más da. Que ya sé lo sospechabas desde un principio. Que ya sé que sabes que siempre estaré a tu lado. Y ya sé que lo sabes. Ya sabes que lo sé.