Ella no está. Y su polvoriento adiós, se cola entre mis manos. Sus besos exactos, no recuerdos si estuve presente. Tal vez solo los invente, de nuevo. Fue tan real. Como el hormigueo que sentí cuando me abrazo. Cuando me tomo de la mano. Y me dijo cuánto me amaba. Me miro, y sentí que sus ojos eran míos. Que con solo verme de esa forma, me hacía el amor. Que ahora suelo extrañar. Sus manos frías, pero que lo eran todo para mí. Pero ella ya no está. Ella se va. Y parece que no regresara.
Como quisiera haberla soñado. O que fuera parte de un dejavu. Como hubiera querido que tan solo exista en mis canciones. Que solo quede en mi imaginación. Pero mi realidad se contrasto. Y su recuerdo ahora cae, como una lágrima que rueda al abismo suicida. Como olvidar cuando la amaba y solía sonreír. Si ella se va, cuantas ganas quedaran que se vaya conmigo. Que ella bese sus manos, y yo las de ella.
Si tan solo pudiera imaginar, el infinito sin ti, podría ser menos gris mi existencia. Tal vez entre mis venas no quedarían marcas de que alguna vez te fuiste. O de que me resistí a creer en tu partida. Y que ahora, sin saber donde estas, sin saber ni como te va, te escribo para decirte adiós, fue un gusto amarte, y saber que alguna vez tú lo hiciste.
atte, wannadoo
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