Olvidé los viernes de Yield Bar. Olvidé nuestros planes
para incendiar el mundo. Olvidé las canciones sobre tu piel. Olvidé tus ojos
debajo de la escalera. Olvidé los sueños en un hotel. Olvidé tu desnudez en un
espejo, tu ropa en el silencio y tu suave cuerpo mientras amanecía. Olvidé tus
besos en un taxi. Olvidé tu locura en un vaso vacío. Olvidé el mundo en un
cigarrillo. Olvidé mi juramento en tus labios. Olvidé las esperanzas cuando bailábamos.
Olvidé que el universo me avienta una sonrisa de cocaína. Olvidé olvidarte en
mis pastillas. Olvidé lo que se siente ser Dios por un segundo.