Algo de algo

Hay un grito debajo del mundo
Que se tuesta en la alforja menos inconclusa
Ese racimo de verbos polígrafos
Que corrian al compas de la acera

Este mayo se cola por la rendija de febrero
Y se cierne en tu mirada de verso infinito
Que ornamenta el cielo de sonrisas y huidas
Y se burla de la creación, creando su universo

A tu calor yo lo amarro a la sombra de un arpegio hibrido
Que ladra mentiras a través de cárceles agonizantez
En el susurro de un cuento de polvora
Que besa la noche escondida en tu pupila

Ese secuestro etereo se confabula en una fabula de gasolina
Y amedrenta un oleo encadenado a tu boca
Como un atajo a febriles cuentos filosos
Que surgen de las flamas desdibujadas debajo del mundo

En el momento exacto

La noche es un recurso más del tiempo cuando se agota
El mar a lo lejos se disfraza de unos versos naranjas y clandestinos
Un incierto vaivén se tuerce detrás de tu sonrisa
Y en el cielo apoteósico zanja una berma oriunda hasta mi relato

Una luz me acompaña en si bemol
Cuelgo tus ojos detrás de mis espaldas
Infiniteo ese objeto sujeto a las cuerdas de mi voz
Y te toco en una desesperada canción

Esa sonrisa le quita vanguardia al abismo
Tu andar se presenta a mí mirar taciturno
Y te recuerdo fumándome la vida
En una seña de postes sin arpegio

Una pausa se detiene el segundo infinito detrás de tu boca
Esa boca que me hace reír sin darme gracia
Esa boca que es el hada secuestrada de un cuento
Que se posa en la interrupción del infinito

Imagino una danza selénica y cóncava
Y te clono cual epidemia caustica
Eres la princesa que una vez invente en mi vida-ficción
Te abrazo lejos, mientras aun te vas y me ves quedándome