Princesa canela, nadie sabe dónde escondiste la razón. Tus ojos danzan presos en el sótano de las angustias. Vuelo entre cometas y arañas para buscar Octubre en un sueño mojado e intelectual. Tu sombra es un acontecer mágico a mediados de mi guitarra. Nadie buscara entre los roperos que fueron castrados en la tormenta. Tus ojos bailan presos sin presión.
Y si hay algún trovador adicto a pensarte pues su boca será cocida, aunque suene a rescate de las alfombras perseguidas.
No me cuentes que la vida hay que detenerla entre los pies, es más sencillo reclamar si existe un Dios al que temer. Princesa canela, no besaste mejor que ayer pero en tu piel está escrito aún mi nombre que jamás borraré.. y jamás te detendré.
No hay mejor vida que vivirla entre tu expulsión. Sabes que nunca he visto a dios correr calato en el cielo? Apuesto que sus nubes ni con tu voz reclama el incesto. Princesa mejor hay que empezar a sesgar nuestros patíbulos entre el invierno de tu nariz.
Y si hay algún rencor que no te permita recorrer un peldaño de mi sed, recurre a los médicos inescrupulosos que llenaron de fotos de agujas al hilo y al revés.
No me digas lo que te dijeron, mejor di algo más. No me creas cuando diga que te amo princesa que no va a haber marcha atrás. Y si suena a mentira pues miénteme que también. Que que más da creer si ni creemos todo el tiempo que hemos vivido sin hacer el amor.
Y me hace rato que no te alimentas de mi ego ni yo de tu calor. Tus besos como dicen aquellos son como hacer el amor. Tu cabeza calabaza que al golpear hace toc toc. Esa historia que nadie borrará y así es mejor.
El precio de la vida es estar junto otra vez. Tras tus ojos y tu sonrisa parece que no van a terminar. Es un hechizo color canela que no va a acabar. Y mejor empieza a creer en los por siempre que todo apunta a que siempre te amaré.